Un estilo de vida que gana adeptos en el mundo y se basa en una vuelta a la vida comunitaria, a compartir y a vincularse activamente con los vecinos.
La modalidad surgió en los 60 en Dinamarca, donde un grupo de familias se unieron para buscar una alternativa a lo que los negocios inmobiliarios ofrecían, teniendo como idea principal una vuelta al sentido de la comunidad en los barrios. A partir de entonces, el modelo fue replicándose en los países nórdicos, y hoy es especialmente exitoso en países como España y Estados Unidos.
¿En qué consiste el cohousing? Es una modalidad de vida que reúne a personas con ciertas características en común, como pueden ser la edad, intereses, actividades o una combinación de estas. El grupo diseña un edificio o conjunto de edificios donde cada familia tenga un espacio independiente y, a la vez, se crean espacios en común para compartir con el resto de la comunidad, como pueden ser comedores, huertas, espacios recreativos, espacios para la salud, etc.
La idea regente es esta vuelta a lo comunitario y suma adeptos sobre todo en personas mayores (en España se les llama “jubilares”), debido al crecimiento de la expectativa de vida y a la gran cantidad de personas mayores que viven solas y desean un estilo de vida en comunidad, con vínculos más cercanos con sus vecinos con quienes puedan compartir intereses y actividades. Por eso es que el eslogan del cohousing es “crecer y envejecer entre amigos”. También hay coviviendas de personas jóvenes, donde lo que se privilegia es compartir un cierto gusto por un estilo de vida particular.
Una veta interesante son las coviviendas verdes, donde además de los intereses y las actividades compartidas se hace hincapié en la sustentabilidad, optimizando espacios y servicios comunes para ahorrar energía o generarla, producir alimentos en las huertas, o reciclar.
La característica que distingue al cohousing de otros tipos de vidas comunitarias (como los barrios cerrados) es que la iniciativa surge de la gente, es decir que no se parte de un proyecto inmobiliario sino que la comunidad antecede al futuro edificio o conjunto de ellos. Esto es debido a que en el diseño del espacio participan activamente los futuros vecinos. Además, otro punto importante es que la economía es privada, lo que implica que cada familia tiene su propia fuente de ingresos separada.
Entre los beneficios de este modelo se incluyen la seguridad, la sustentabidad y una vida social activa.
Fuente: Ecohousing.
Fuente foto: Cohousing.