La resolución acordada por varios países permitió establecer como área protegida una región de 1,55 millones de kilómetros cuadrados.
La noticia se dio a conocer ayer luego de la reunión de la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR) en Tasmania. El acuerdo establece la protección de un área marina ubicada en el Mar de Ross, al sur de Nueva Zelanda.
La comisión está integrada por 24 países, entre los que se encuentran Estados Unidos y la Unión Europea. Llegar al acuerdo fue un proceso que duró cinco años, y que terminó ayer luego de que Rusia finalmente diera luz verde a la resolución. El arreglo entrará en vigencia en diciembre del año próximo y permanecerá vigente con posibilidad de prórroga durante un período de 35 años. “Hoy se ha escrito historia. Acordamos crear un sistema de protección y conservación de alta mar fuera de jurisdicción nacional“, declaró Mike Walker, director de proyectos de la Alianza del Océano Antártico.
El Mar de Ross se encuentra ubicado a 3500 kilómetros de Nueva Zelanda y es llamado por muchos “el ultimo océano”, porque casi no ha sido tocado por los seres humanos. Sus aguas son ricas en nutrientes y permiten floraciones de krill y plancton que sirven de alimento a una gran diversidad de especies marinas. Se estima que alberga alrededor de 1600 especies, muchas de ellas adaptadas al ambiente frío. Es hogar de comunidades intactas de pingüinos, focas, orcas y ballenas. Además la región es crucial para la investigación científica, porque permite estudiar cómo funcionan los ecosistemas marinos y comprender el impacto del cambio climático en el océano.
El acuerdo prohíbe todo tipo de explotación de recursos marinos, tanto vivos como minerales, aunque en algunas áreas se permitirá la pesca de krill y merluza negra con fines científicos. “Es posible que el Mar de Ross sea el área marina salvaje más extensa que aún queda en nuestro planeta”, explica Enric Sala, biólogo marino y explorador residente de National Geographic. “Es uno de esos contados lugares donde los seres humanos solo son visitantes y los animales grandes tienen el mando”, afirma.
La reserva ocupa un área equivalente a la superficie de Francia, Alemania y España juntas. Debido a su lejanía, este mar casi no ha sido impactado por la pesca y el transporte marítimo, aunque recientemente se ha detectado actividad pesquera por el comercio del bacalao antártico. A pesar de que la masa terrestre de la Antártida ya es un área protegida, las políticas proteccionistas se han visto suspendidas por la falta de acuerdo entre los conservacionistas y los grupos de interés de pesca comercial. Propuestas anteriores fracasaron por el desarreglo entre países.
Los ecologistas consideran que la protección del Mar de Ross es crucial para la conservación de todo el ecosistema marino, ya que este ayuda a mantener la salud de todos los océanos de la Tierra. Además, dado que el cambio climático provoca la elevación de la temperatura en los océanos, esta zona actuará como “refugio climático” para muchas especies animales de agua fría. Sin embargo, los científicos están de acuerdo en que es necesario proteger una zona marina aún más grande y por mayor cantidad de tiempo, ya que se ha comprobado que la protección marina funciona mejor cuando se trata de un “área grande y fija”.
Existen propuestas adicionales para resguardar las aguas orientales de la Antártida que fueron presentadas por Alemania y Australia, y que aún están siendo analizadas. Se estima que es probable que en los próximos años sean aprobadas.
Más allá de que esta sea una buena noticia, Chris Johnson, responsable de océanos para WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza), indicó que es preocupante que la protección expire en 35 años. “Las áreas marinas protegidas deben ser permanentes. El WWF está preocupado de que el mar de Ross no cumpla con esta condición“, señaló. Sin embargo, fuentes de las delegaciones explicaron que el plazo acordado fue el necesario para posibilitar el apoyo de Rusia y China.
Fuente: Clarín. National Geographic en Español.
Fuente Fotos: Omicrono, Hoy Digital.